Pero unos huevo de Pascua muy especiales, son huevos de verdad. De los de gallina de toda la vida vamos. Pero decorados con tinte comestible y rellenos de bizcocho de chocolate. Y voila! Listos para merendar.
Pero si hace dos días era Navidad. Ojalá llegue así de rápido el verano. Y entre tanta torrija, que por algo es la época, hay un hueco para las galletas. He de reconocer que son de mis preferidas, siento pasión por estos pollitos.